domingo, 22 de abril de 2007

Te Esperé...

Te esperé, pero no apareciste, necesitaba decirle a alguien lo que pensaba ahora, y quería compartirlo contigo.
Te espere, y no llegaste, y necesite con toda mi alma abrazar a alguien que me hiciera sentir pequeña y protegida, que un hombre sujetara mis angustias tal como me imaginaba que lo harías.
Te esperé, y no te sentí ni cerca, es el afán de sentirte en cada momento, el que me tiene amarrada a ti, el afán de ver peligro y seguridad en tus ojos, ver tantas cosas y emociones juntas.
El solo sentir que me escuchas me estremece y ahora necesitaba estremecerme un poco, sentirte cerca y lejos, sentirte mío y de nadie a la vez.
Se que no sabes que te siento mío, pero me encantaría que lo supieras y que tu también me sintieras tuya, pero aun así te lo tenia que decir.
Te esperé, y tu encantadora voz no resonó en mis oídos como cual música celestial.
Te esperé y no llegaste y me quede acá, sentada, pensando en cuanto tiempo pasaría para poder hablarte, y que me soñaras como la mujer que soy tal como yo te sueño despierta y dormida.
Y necesitaba que tus brazos fuertes me apretaran y me hicieran olvidar y tu voz me susurrara al oído que deseas que yo este bien y que no me preocupe por mis problemas.
Me haces daño, me haces sentir pequeña y te siento inalcanzable, casi como un dios al cual alabar.
Y te esperé, y me morí esperándote, en carne y alma.

No hay comentarios.: