miércoles, 7 de marzo de 2007

Etiquetando Con Silencio Mi Guardarropa!


Cuando las cosas pasan sin que te quede tiempo para dar un suspiro, todo lo opaco se transforma en oro.
Cada vez que observas que la luna brilla únicamente para ti es que sabes lo que vendrá, y que ella te escuchara, para siempre y por siempre.
Faltan los suspiros de las almas tiritantes de frío, quienes tienen tanto en que pensar, que ya han olvidado suspirar, sonreír y hasta vivir.
El suspiro melancólico de la noche en tu mejilla hace que cada célula de tu ser se vuelva azulosa en un mar de gloria y calidez.
El manto de la gloria te transforma en lo que siempre quisiste ser, y sin darte cuenta, nunca deseaste mirar hacia atrás, y ver que lo que querías ser, ya lo eras.
Ciegamente sentiste que eras mas pequeña que los demás, pero no lo eras, eras tan grande como la expectativa de vida de quien ama y siente.
Y la melodía que compartes, que comparto con mi corazón, es tan infinita que ni el cielo logra ese efecto.
La dulzura del tiempo pasa por mis venas, y en mis dedos se va como agua de mar, pero su sal queda, la esencia queda.
Y el mar, ese mar, aun esta ahí, reflejando a la luna, explicando que las estrellas no se ocultan, sino que son consejeras tacitas de una vida de ilusión.
Ten mi mano, nada por mis aguas, limpia lo impuro y vuélvete una sola con la energía que te ofrece el mundo.
Cada ser viviente guarda un secreto, un suspiro, cada ser se transforma en oro gracias a tu silencio.
El silencio inconsciente e impredecible de la boca que calla y los ojos que lloran, cada lagrima es tu alma, un manto de agua salada que envuelve las vidas, y que al llorar remojas lo salado para que sea dulce por un momento, unos segundos sin sentimientos para con otros, pero si para ti.
Y las estrellas te escuchan, y te ruegan que las escuches a ellas ahora, escuchar las lagrimas que has derramado y que ellas han visto caer.
El rubor que se ha posado en tu tez, que ellas ayudaron a ese rubor a hacerte mas bella.

Tus piernas flaquean, pero la luna les dio la fuerza para que te sostengan, y que cuando caigan, te pares.
La luz, la luz que brilla, entibiando corazones, haciendo a la gente mas pura, esta noche, no hay luz, pero los corazones están tibios, y aun sabes que las estrellas te escuchan, que el mar te baña, y la luna te da fuerzas.
Y ese amor que deseas sentir, no es necesario, por que todo el amor y la dulzura del mundo caben en tus ojos y cuando los miro a un espejo, sé que no anhelo nada más.
Y aun que trates de demostrarte dura, yo se que no lo eres, aun que le ocultes al cielo tu belleza, nunca lo conseguirás, por que tu belleza, me la contó la luna.