domingo, 24 de diciembre de 2006

¿Sera Que...?

Y se fue, tal como se me van todas las cosas de las manos, tal como todo se me escapa en un abrir y cerrar de ojos, como se me han ido muchas personas por las cuales he guardado por un largo tiempo un sentimiento de aprecio y cariño. Se fue a donde mismo se va todo, donde se van mis ideales y mis poemas cuando intento no pensar en las cosas que siquiera sé que pienso. ¿Sabes donde se fue? A la mierda.

Se fue con una mirada sutil y gloriosa en los ojos, con un brillo tan infinito que hacia que me sintiera perdida sin él, y con el también. Se fue con sus labios diciendo tantas incoherencias como las que puede pensar un ser humano en un momento de desesperación y despecho, o sea, muchas.
Hace tanto tiempo que se fue, que ya ni lo recuerdo, recuerdo detalles minúsculos, pero no le recuerdo con exactitud, no recuerdo su voz, pero si recuerdo su cara, gloriosa, llena de victoria.
Su sutileza era implacable, desmoronaba mi corazón como la primera vez que me sentí querida.
Era tan encantador como un atardecer en medio de junio, con un cigarrillo en mano y un buen libro.
¿Quieres saber como lo conocí?
Fue una tarde lluviosa, me encontraba saliendo de la escuela, viendo como toda la gente corría para no mojarse sin saber que cuando uno corre, se moja con mayor rapidez que cuando uno camina calmado.
Me senté en una cuneta húmeda solo para ver las miradas de espanto y los rostros eufóricos de la gente que pretendía no mojarse con una lluvia tan encantadora como la de esa tarde.
Saque un cigarrillo y me di cuenta que no tenia fuego, pero el se me acerco, prendiendo su encendedor frente a mi boca, empapado, pero aun mojado se veía bello.
-¿que haces sentada en una cuneta en medio de la lluvia?-
-veo como la gente corre para no mojarse, y me río de ello- dije –¿y tu, que haces prendiéndole un cigarrillo a una chica loca que no tiene nada mejor que hacer que ver la estupidez humana reflejada en un acto cotidiano?-
-¿la verdad?, solamente prendo tu cigarrillo- contesto
una sonrisa lanzaron mis labios, como una carcajada risueña frente a un chiste de mala clase
-siéntate, yo invito- dije, tratando de conocer a aquel chico que vi tan hermoso frente a mis ojos.
-solo si tu invitas y yo no pago nada- dijo riéndose. Y yo también me reí.

Así fue todo, quizás omití algunos detalles de los cuales no me acuerdo a la perfección, pero el hecho esta ahí.
Pero, ¿quien soy yo para juzgarle? En este momento, en que intento borrar sus ojos de mi mente siento que la realidad y la fantasía se vuelven una, pero no encuentro salida a lo que parece un laberinto, no encuentro respuestas de mis incógnitas y no encuentro amor en su boca.
Debo asumir que mis noches, solo se aferran a un recuerdo vano de el, en mis sueños esta presente, y antes de dormir, me ruego a mi misma dejar de pensar en el, dejar de creer que lo es todo. En mis sueños esta, en mi mente esta, en mi día esta, ¿cuando me va a dejar en paz?. Dicen por ahí que cuando uno sueña con algo es su deseo subconsciente el que se rebela en esta obra de arte que creamos mientras dormimos, pero que a la vez se puede enfrentar tu peor miedo, con tu mejor fantasía. En mi sueño, esta solo el, es mi peor miedo, y mi mejor fantasía, es tan impredecible que cuando le veo en mis sueños ni mi subconsciente sabe que hará.
Debo rebelar con toda sinceridad que cuando beso otros labios, pienso en los suyos, pienso como si ese beso se lo diera a él, pero luego abro los ojos y veo que no es él, que es otro chico con anhelos de sentirse querido, y que quizás ese anhelo soy yo.
Secó mi corazón a tal punto de que ya no puedo sentir a nadie mas que a él, no puedo amar a nadie mas que a él.
Está presente en todo lo que hago, hasta mi sombra me lo recuerda, y ya no se como sacármelo de la cabeza, del corazón.

La verdad, no sé si esto es amor, creo que va mas ligado con una obsesión... pero debo asumir con todo el corazón, que estoy tan obsesionada... que no puedo pensar mas que en él...
Y lo más triste de todo... es que no soy, y nunca seré correspondida...
Un saludo.


Alexandra Delarge.