domingo, 22 de octubre de 2006

Historia De Amor y Muerte

Una mezcla de relámpagos, sexo, drogas y alcohol selló definitivamente nuestro amor fugaz, solos tu y yo, y nuestros cuerpos totalmente extasiados por las drogas consumidas y las hormonas liberadas después del orgasmo que sentimos el uno con el otro.

Mi alma se reflejo frente a ti, desnuda, sin nada que ocultar y nada que decir.

Mi cuerpo desnudo, sobre el tuyo, sintiendo que solo existías tú en mi mundo, sintiendo que todo lo demás no importaba.
Alexandra, te amo, me decías agitado, excitado. Nuestro sudor se juntaba, el calor de nuestros cuerpos era uno y no podía pensar en otro hombre mas que en ti.

Tu mano fuerte tocaba mi muslo tenso, y cada vez que sentías un orgasmo me apretabas con mas fuerza y mis orgasmos se tornaban más intensos.
Tu boca recorría mi estomago, y cuando nos volvimos uno totalmente, mi cuerpo agotado se recostó junto al tuyo, me besaste y abrazaste.
-nunca te dejare sola, por que te amo- me dijiste.
-y yo te amo mas aun- dije sintiendo hasta la ultima célula de mi ser tuya, y tu total y completamente mío.
Entre sabanas blancas se volvió todo excitante y confuso, pero lo único que no me confundía era tu amor por mi y mi amor por ti.

Las drogas hacían que toda sensación se sintiera al limite.
Nos vestimos y huimos del hotel, con guardias tras nosotros persiguiéndonos solo para pagar una miserable pieza, y tu me mirabas con un brillo especial en los ojos.
-Alexandra, ¡corre!-
Llegamos a un callejón y me besaste, pero un tipo que me seguía desde un buen tiempo interrumpió nuestra felicidad.

-Hasta que te encontré perra.- dijo este tipo extrañamente conocido.-mi jefe estará muy feliz de verte perra, que te acostaste con él y luego le robaste su dinero, en un abrir y cerrar de ojos estarás muerta y tan violada que desde el infierno rogaras no haberte metido con mi jefe-
y lo recordé, un ricachon que me ofreció el mundo solo por una noche de sexo, pero mi mundo no estaba con el, y le robe.
Este tipo te golpeó, te destrozó, y al intentar ayudarte me golpeo, me rompió varios huesos y me violo hasta que casi no pudiera respirar, pero tu estabas inconsciente.
-no me golpees, lo siento- dije.
-con un lo siento no arreglas nada-
y te vi, ahí parado detrás de el con un arma, me dio alegría que me defendieras, pero a la vez pena, por que te amaba tanto que no te podía arriesgar así.
-vete, esto es conmigo, no es contigo- te dije tan fuerte como pude, pero una vez más tu necedad entró en juego, jugándote en contra.
Me miraste y moviste la cabeza en señal de un no.

-.Hey, tu ¡suelta esa pistola o te arrepentirás!...-dijo el malvado y asqueroso matón mandado por Patrick Swear
-veo que prefieres ser rudo...si gustas morir, te ofrezco una forma mas digna.
una pastilla en tu boca, y no sentirás como tus órganos se van destruyendo por dentro...
¿Aceptas el reto?
¿O prefieres que rebane tu cuerpo lentamente y así veas como tu sangre se derrama por el piso y en un acto desesperado de misericordia decida reventarte los sesos con una calibre 32?
Es tu opción, pero solo te advierto una cosa,
O mueres, o mueres, pero si eliges la opción 2, tu chica te lo agradecerá por el resto de sus días...-
-no lo escuches Hanck, por favor, solo baja el arma y vete- te grite con todas mis fuerzas.
Pero tu, mi necio amor, jalaste del gatillo, sin dar en el blanco.
Dos hombres me sujetaban, y otros 4 hombres se te acercaron Hanck, te tomaron y el miserable matón paso una navaja por tu cuerpo cortando tu piel en formas irregulares.

Tus gritos eran tan intensos que deseé nunca haberme enamorado de ti, nunca haberte conocido, solo para evitar el dolor que sentías ahora.
Trate de safarme pero no pude. Pero tu ya estabas en estado de shock
-no le hagas nada a el, pero mátame a mi- les dije.
Se alejaron de ti lentamente y entre los 7 tomaron mi cuerpo y lo mutilaron, me cortaron dos dedos de la mano y me los hicieron morder.
Cortaron mi cuerpo y luego orinaron sobre él, pero en lo único que pensaba es que lo hacia por ti.
Para nuestra suerte llegaron los carabineros llamados por la gente del hotel y nos encontraron ahí.
Este estúpido huyó y me prometió venganza, pero ya no me importaba, solo quería que estuvieras bien.

Me miraron y sintieron tanto asco y pena pero una vez mas no me importo, me acerque a ti y permanecí abrazada a ti, con mis piernas llenas de orina y lodo.
Siento habértelo ocultado, pero semanas antes me había hecho un test de embarazo, y era positivo, no te quería decir nada por que no quería que esto se quebrara, pero este hijo tuyo ya no esta en mi vientre, ya han pasado 9 meses desde aquel incidente, y tu sigues en estado de coma.
Después de lo que paso acudí a este mismo hospital, y las enfermeras me curaron, me hicieron unas cirugías pero ya estoy bien.

Mi amor, no soporto verte acostado en esta cama por culpa de un error mío, pero prefiero que sea así, por que cuando despiertes estaré lo suficiente mente lejos para que nunca mas nada te vuelva a ocurrir.

Y Hanck abrió los ojos tenuemente, apretó la mano de Alexandra y dijo.
-no te vayas, si sufrí esto por ti valió la pena, te amo, y te prometí que nunca mas te dejaría sola- pero lo que Hanck no noto fue que Alexandra lo miraba con ojos llorosos llenos de alegría y pena, Hanck miro hacia abajo y noto su mano totalmente cortada, sus venas mutiladas, y sangre que recorría las sabanas blancas del hospital y una hoja de navaja sobre el velador de su pieza en el hospital.
-es mejor así mi cielo, ya no sufrirás por mi culpa- dijo Alexandra muriéndose poco a poco.
Hanck atónito tomo entre sus brazos el cuerpo casi inerte de Alexandra y lo apretó fuerte.
-¡enfermera!- grito con su alma pendiendo de un hilo.
Pero para cuando las enfermeras acudieron al lugar, ya era demasiado tarde, Alexandra ya no era mas que un cuerpo inerte.
Cuando trasladaron el cuerpo de Alexandra a la morgue Hanck miro desconcertado su velador y ahí había un collar y una nota que decía, para que me recuerdes siempre.
Y una enfermera se acerco con un bebe hacia el y dijo
-este es su hijo, Alexandra me pidió que se lo entregara, pero nunca pensé que seria por esto-
una mezcla de felicidad y tristeza había en el cuerpo de Hanck, tomo el bebe y lo abrazo
-es mujercita- dijo la enfermera
-Alexandra, Alexandra Delarge es su nombre de ahora en adelante- dijo Hanck y abrazo a la bebe como un tesoro.

FIN.